FUNKOS MAGO DE OZ Y UNA VISION ATEISTA DEL MUNDO DE OZ
En 2024 se cumple el 85 Aniversario del estreno de una de las películas más aclamada de la historia del cine: El Mago de Oz. La marca Funko sea unido a la causa y nos deleitará en the Mayo y Junio con los Funkos Mago de Oz 85th Anniversary.
Basada en la novela The Wonderful Wizard of Oz de L. Frank Baum , cuenta la historia de Dorothy (Judy Garland), una adolescente huérfana de Kansas que vive con sus tíos y tiene un gran amor a su perro Totó, el cual muerde a una estricta vecina que más tarde se lo quiere llevar por órdenes del sheriff; Totó escapa y luego regresa con Dorothy, pero ella sabe que no podrá ocultarlo para siempre de la señora Gulch, así que escapa con la esperanza de encontrar un lugar seguro para los dos.
MULTIPLES INTERPRETACIONES DE UNA OBRA MAESTRA
Como ocurre con lo mejor de la ficción, una obra puede tener múltiples interpretaciones, especialmente cuando el autor no ha revelado una única intención (o incluso a pesar de ello), y El Mago de Oz no es la excepción, así que el viaje de Dorothy por esa tierra fantástica ha sido interpretado de diversas maneras (incluso como un viaje de ácidos).
No es difícil darse cuenta de que en la búsqueda que emprende Dorothy para encontrar al mago de Oz y todo lo que aprende en el camino, hay mucho más de lo que se ve a simple vista, y aquí explicaremos cómo es que la historia se ha convertido en un manifiesto del ateísmo
LA HISTORIA Y SUS PERSONAJES: FUNKOS MAGO DE OZ
Antes de comenzar, hay que recapitular sobre la trama: después de que Dorothy escapa con Totó, llega a un circo donde hay un supuesto adivino, el “Profesor Marvel” (Frank Morgan), que engaña a la joven diciéndole que su tía está enferma, con la intención de que regrese a su hogar del que ha escapado. Cuando Dorothy llega su casa un tornado ha obligado a sus tíos a resguardarse en un sótano, así que ella se queda dentro desmayada por un golpe en la cabeza y cuando despierta el tornado se la llevó a la tierra de Oz.
Al aterrizar la joven con todo y casa, cae sobre la malvada Bruja Mala del Este y la mata, por lo que llega Glinda (Billie Burke) el Hada Buena del Norte, y le da a Dorothy las zapatillas de rubí que pertenecían a la fallecida; por esta acción la Bruja Mala del Oeste jura vengarse de la chica. Glinda le dice a la protagonista que para regresar a Kansas debe llegar al Mago de Oz, que habita en la Ciudad Esmeralda, y para llegar a él debe seguir el camino amarillo.
En esta tierra fantástica y colorida (pues la primera parte de la cinta fue en blanco y negro) Dorothy, acompañada siempre por Totó, conoce a tres personajes: el Espantapájaros (Ray Bolger), el cual desea obtener un cerebro; el Hombre de Hojalata (Jack Haley), que desea obtener un corazón; y el León Cobarde (Bert Lahr), que quiere volverse valiente.
LA CIUDAD ESMERALDA
Cuando llegan a la Ciudad Esmeralda el Mago de Oz se presenta como una cabeza flotante rodeada de efectos especiales como humo y fuego, y les pide que le entreguen la escoba de la Bruja del Oeste para demostrarle que son dignos de ser ayudados. Dorothy y Totó son capturados por monos voladores que sirven a la malvada bruja, pero el perro fiel escapa y guía al Espantapájaros, al Hombre de Hojalata y al León Cobarde al castillo, donde los tres logran descubrir (sin darse cuenta) su cerebro, su corazón y su valentía, respectivamente. Dorothy mata accidentalmente a la bruja arrojándole agua de una cubeta y entonces los monos voladores y demás soldados se liberan del hechizo que los obligaba a servirle.
Cuando llegan con el Mago de Oz nuevamente, éste no quiere ayudarlos a pesar de que cumplieron con lo que les pidió, es entonces cuando Totó revela que el mago no es más que un hombre común y corriente que se encuentra detrás de una cortina (llegó de Kansas por accidente, volando en un globo), y que con trucos de ilusionista engañó a los habitantes de Oz.
LA OTRA CARA DEL MAGO
Aunque los protagonistas se sienten traicionados al descubrir al hombre detrás de la cortina, éste les explica cómo han logrado obtener lo que buscaban por ellos mismos, y a Dorothy le ofrece llevarla de vuelta a Kansas en su globo, pero cuando están partiendo, Totó baja de la canasta del globo y su dueña baja a seguirlo, por lo que pierden la oportunidad de regresar al hogar. Desconsolada, Dorothy es visitada por el Hada Buena del Norte y ésta le revela que con las zapatillas de rubí puede volver a Kansas golpeando sus talones tres veces y diciendo “No hay lugar como el hogar”. Cuando despierta en su casa nuevamente lo hace con una nueva perspectiva de la vida y apreciando la compañía de sus familiares y vecinos como nunca.
FRANK BAUM EL VERDADERO MAGO
Para entender por qué El Mago de Oz fue interpretada como un manifiesto ateo, hay que recordar que Lyman Frank Baum, el autor de la novela, fue miembro de la Sociedad Teosófica, fundada por Helena Petrovna Blavatsky, escritora y ocultista rusa cuyas enseñanzas decían que todas las religiones tienen elementos y un origen comunes de los cuales se puede extraer una sabiduría universal.
Los ateos han encontrado una gran afinidad en la historia pues la ven como el viaje de un creyente hacia el ateísmo a través del pensamiento crítico. El perro Totó, que para los teósofos representa “el interior, lo intuitivo, instintivo”, para los ateos representa el pensamiento crítico, y no es casualidad que él sea quien guíe a Dorothy y la salve en sus momentos de necesidad.
TOTO EL GRAN PROTAGONISTA
Gracias a que él le ladra, ella descubre al Espantapájaros, a pesar de que al inicio no podía creer que pudiera hablar; más tarde él mismo es quien guía a sus amigos para que la rescaten en el castillo de la Bruja del Oeste, y tanto la bruja como la amargada señora Gulch de Kansas son interpretadas por Margaret Hamilton, y ambas quieren deshacerse del perro, ¿a quién pueden representar estos dos personajes? Claramente a cualquiera que quiera reprimir el pensamiento crítico, como la iglesia o cualquier otra institución religiosa.
Lo más importante es que gracias a Totó es que Dorothy descubre que el supuesto Mago de Oz, el ser todopoderoso que exigía obediencia y controlaba a través del miedo (una referencia al Dios de los judíos y los cristianos) era un charlatán detrás de una cortina. Al final son los personajes los que obtienen por sí mismos la inteligencia, corazón y valentía sin necesidad de un mago (o un ser divino). Como sucedió con la bruja malvada y la señora Gulch, los actores que interpretan al Espantapájaros, al Hombre de Hojalata y al León Cobarde son los mismos vecinos de Dorothy en Kansas, y el falso adivino en el circo es el mismo que interpreta al Mago de Oz.
EL FINAL
La interpretación que se puede dar al final en el que Dorothy deja ir al mago en su globo también conlleva simbolismo religioso, pues es gracias a Totó (una vez más) que se baja cuando el globo se estaba elevando y pierde esa oportunidad de “ir al cielo”, pero luego descubre que ella misma tiene el poder para obtener lo que buscaba desde hacía tiempo.